Bienvenidos a Tertulia Flamenca de L’Hospitalet
Historia
Un domingo de Ramos 30 de Marzo de 1980 a las 11:30 de la mañana - hora flamenca- es decir, más o menos una hora y media más tarde, la Tertulia Flamenca de L'Hospitalet iniciaba su andadura en el bar La Giralda del barrio de Bellvitge. Ese día y a modo de inauguración se celebró una gran matinal flamenca con 15 artistas invitados, 6 guitarristas, 1 conjunto rociero, 4 bailaoras, 3 poetas y un cómico en su programación. En el cartel, aparte de la lista de artistas se escribió: "Inauguración de la Tertulia y entrega de carnets". Nadie se extrañará, si aclaramos que la matinal acabó a las tantas, ya que algunos artistas empezaron a sentirse cómodos y parece que querían cantar todo lo que sabían. Se había inaugurado la TERTULIA FLAMENCA DE L'HOSPITALET. Un grupo de entusiastas cargados de ilusión se marcaron el objetivo de echar hacia delante una entidad cultural destinada a proteger y promover el arte flamenco en Cataluña.
En poco tiempo, llegado octubre del mismo año, se trasladó la sede de tertulia al Mesón J.M. de la avenida Can Serra nº 88 de L’Hospitalet. Comenzaron a celebrarse veladas flamencas en este acogedor mesón, donde se habilitó un rincón con una tarima que hacía de escenario, equipada con dos sillas flamencas y un sistema de sonido. Todos los sábados a las 10
de la noche comenzaban las veladas con la presencia de los primeros asistentes, que eran el presidente Curro Torres, el secretario Miguel Mellado y el guitarrista, un jovencísimo Pedro Sierra, que con tan solo 14 años ya era un consumado profesional de la guitarra flamenca. El resto de asistentes, cantaores, socios y simpatizantes aparecían a la "hora flamenca". Hoy en día, Pedro Sierra es considerado uno de los mejores guitarristas del momento.
No había pasado mucho desde la inauguración, cuando la peña ya estaba en pleno funcionamiento, y la asistencia de cantaores era tan numerosa que a veces se tenía que limitar el número de cantes por cantaor. Muchas noches, las veladas se alargaban hasta las 4 de la mañana, cerrándose frecuentemente con rondas de martinetes o tonás. La tertulia se llenaba a rebosar, y comenzaron a organizarse eventos complementarios, como excursiones o el potaje flamenco anual, día en el que se hacía una olla gigante de potaje para invitar a comer a socios y simpatizantes. Esta costumbre se mantiene hasta nuestros días.
Con el objetivo de destacar la guitarra, surgió la idea de hacer un concurso de guitarra que acabaría siendo el "Concurso Internacional de guitarra flamenca ciutat de L’Hospitalet". Para llegar a esto, que tuvo que pasar por varias etapas. En 1982 se realizó una prueba piloto sin competición, y desde 1983 hasta 1987 se llevaron a cabo cinco ediciones del concurso a nivel local en Cataluña. Posteriormente, pasó a ser de ámbito nacional y, a partir de 2015, se convoca cada dos años el Concurso Internacional de guitarra flamenca ciutat de L’Hospitalet, que ya ha celebrado su XXII edición.
Para acortar la espera entre certámenes, se decidió convocar un concurso de guitarra juvenil en los años en que no se celebraba el certamen de adultos. Este resultó ser un éxito, con numerosos jóvenes aspirantes a guitarristas inscribiéndose cada dos años, algunos de los cuales ya tocaban muy bien. Sin embargo, actualmente ya no se convoca el certamen de guitarra juvenil, pero se continúa teniendo en cuenta a la juventud otorgando en el certamen internacional de guitarra un premio especial al mejor guitarrista menor de 25 años.
A los pocos años de funcionamiento de la tertulia, se abrió la escuela de baile que amplió significativamente la actividad cultural, atrayendo a mucha juventud. Se formó un cuadro de baile inicialmente instruido y coreografiado por Ana Márquez, quien posteriormente cedió el relevo a su alumna más aventajada, Encarni Guerra. Esto dio un gran impulso popular a la tertulia, combinando la frescura y la energía de los jóvenes con la experiencia y capacidad de trabajo de los adultos.
La Tertulia participó en numerosos eventos de carácter andaluz en Cataluña, como la feria de Abril de Barcelona, la celebración del Rocío de Cornellá y la instalación de una gran caseta flamenca en las fiestas del barrio de la Florida.
En 1983, la Junta Directiva de la Tertulia organizó un concurso de saetas que se celebró en un escenario al aire libre en la Avd. de Severo Ochoa, en la confluencia con la calle Luarca. Este evento, que inicialmente fue un concurso, se celebra todavía hoy en día con formato de Festival de Saetas el sábado anterior a la Semana Santa.
A principios del verano de 1985, la Junta Directiva decidió buscar un local que satisficiera las necesidades de crecimiento de la entidad y encontró uno en la calle Calderón de la Barca nº 12 bajos, que se alquiló. Además de cante, baile y toque, se reconocieron otros méritos artístico-culturales como el recitado de poesía y las conferencias. Así que siempre fueron bien recibidos los poetas que nos deleitaran con su arte y los conferenciantes que nos impartieran una master class sobre flamenco o guitarra, como era el caso de José Villar fundador del certamen de guitarra. Desde el año 1986 hasta el 99 ejerció como presidente de la Tertulia, Antonio Guerra, un hombre que supo elevar el prestigio de la Tertulia.
En el carnaval de 1987, se formó una murga entre varios socios de la TERTULIA llamada “Los Tartesos”, que destacó por la calidad de sus voces y el ingenioso humor de sus canciones, manteniéndose activa durante varios años. Llegando a finales de los años 90, se consolidó un coro rociero que acabó actuando en muchos eventos públicos y llegó a ser entrevistado en el canal de televisión de L’Hospitalet. Su director, José Anillo Crespo, un hombre con un alto conocimiento musical y un exquisito gusto para seleccionar temas, demostró también una gran paciencia para guiar y armonizar las voces, sacando lo mejor de cada una de ellas.
En junio de 2009, durante la presidencia de Antonio Justino, se pudo por fin cumplir el sueño de nuestros socios pudiendose disponer de un local municipal. Así que sede de la tertulia se trasladó a la calle Claveles nº 2 de L’Hospitalet, a un local más amplio con un gran escenario, lo que permitió ampliar el tipo de eventos, especialmente en cuanto a baile se refiere. Poco después, en 2010 entró como presidente Antonio Campuzano, aportando a la tertulia un aire de modernidad que empezaba a hacer falta, dandonos representación en redes sociales y ampliando horizontes gracias a la cantidad de contactos con artistas que tiene.
En 2016, entro como presidente José Espada, que con el constante afán de promocionar el arte flamenco, procuró el inició del concurso nacional de cante Flamenco de L’Hospitalet, que se celebra en años alternos al certamen de guitarra.
A partir de 2017, las veladas dejaron de celebrarse los sábados y se pasó a hacer sesiones matinales en domingo.
Y así, hemos llegado hasta el presente. En este 2024 estrenamos junta directiva nueva que entra con la misma ilusión que el día de la fundación, pero con 44 años de experiencia, y aunque tenemos que reconocer que la edad promedio de los socios ha aumentado considerablemente, seguimos adelante con mucha fuerza, movidos por la pasión que despierta este arte, el flamenco, que sólo con escuchar su nombre nos une a todos.